La
Villa de Alcabón, en la provincia de Toledo, ha estado desde sus orígenes ligada
a la figura del que desde siempre ha sido titular de su parroquia y patrón del
pueblo: Santo Tomás Cantuariense. En las Relaciones de Felipe II se hace
alusión a este hecho, destacando que “esta
fiesta no la guarda la iglesia, sino este pueblo por la causa ya dicha”,
dato que debemos relacionar con la procedencia inglesa del santo, entendiéndose
que la devoción se adscribe en su mayor parte a Inglaterra, donde sí se le
venera y se le dedican iglesias y cultos. En el capítulo 52 de las citadas
Relaciones se recoge de esta manera: “En
este pueblo guardan el día de Santo Tomás, obispo y mártir, obispo que fue de
Cantariensis por vocto y devoción queste pueblo tiene desde que se fundó esta
iglesia, que no hay quien se acuerde, ni puede acordar ques inmemorial aca, y
es la advocación y nombre desta iglesia, y se guarda cada un año a veinte y
nueve días del mes de diciembre, y esta fiesta no la guarda la iglesia, sino es
en este pueblo por la causa ya dicha”.
Resulta
curioso este patronazgo en Alcabón, pues Santo Tomás de Canterbury no es un
santo al que se venere demasiado por estas tierras y mucho menos al que se
dediquen unas fiestas patronales. Tan sólo otro pueblo de Toledo comparte con
Alcabón la dedicación de su parroquia al mártir inglés, se trata de la
localidad de Dosbarrios. Pero la explicación a este hecho la encontramos
íntimamente ligada al propio martirio del Santo. Leonor Plantagenet o Leonor de
Inglaterra, esposa del rey Alfonso VIII de Castilla, era hija de Enrique II rey
de Inglaterra. El rey inglés era amigo íntimo del canciller Tomás Becket, en
adelante Santo Tomás de Canterbury, pero una serie de hechos dieron lugar a un
duro enfrentamiento entre ambos que acabó con el martirio del obispo promovido
por el rey. Su hija Leonor, casada con el rey Alfonso VIII de Castilla, hizo
cuanto pudo por mantener viva la memoria de Santo Tomás, que en otro tiempo
fuera amigo de su padre, y por extender la veneración al mártir en nuestro país.
Así, dona la aldea de Alcabón, cuya parroquia estaba dedicada al santo inglés,
a la Catedral de Toledo para poder costear la construcción de la capilla de
Santo Tomás Cantuariense, en la actualidad de Santiago Apóstol. De esta manera,
Alcabón queda ligado a la Catedral hasta que pasa a manos de Gutiérre de
Cárdenas, Duque de Maqueda, que concede el título de Villa.
La
imagen de Santo Tomás Cantuariense desde siempre ha presidido el retablo de la
capilla mayor de la parroquia de Alcabón. La actual imagen sustituye a otra que
fue destruida en 1936, y que antiguamente procesionaba el día de la fiesta a
pesar de sus grandes dimensiones. Aunque se trata de una fiesta menor, pues las
fiestas grandes se dedican a la Virgen de la Aurora el 8 de septiembre, Alcabón
no ha dejado de festejar a su patrón cada 29 de diciembre. Es una fiesta que
pasa prácticamente desapercibida, más aún por encuadrarse dentro de las fiestas
navideñas, y que se compone de Misa, procesión y posterior refresco. Al estar
la imagen del santo en el retablo y ser muy dificultosa su bajada, los
alcaboneros sacan en procesión una imagen de pequeñas dimensiones que recorre
las principales calles del municipio. Para dar fin a su fiesta patronal,
terminados los cultos religiosos, los habitantes de Alcabón se reúnen para
compartir un rato de hermanamiento en el refresco que ofrece el ayuntamiento en
el día del patrón.
Fuentes consultadas: www.alcabon.es / Viñas Mey, Carmelo; Paz, Ramón, Relaciones histórico-geográfico-estadísticas de los pueblos de España hechas por iniciativa de Felipe II: Reino de Toledo. Madrid. 1951.
*Todos los textos, así como las imágenes y archivos de vídeo son propiedad del autor.
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