El 30 de noviembre se celebra la festividad
de San Andrés Apóstol. Por lo general, en todas las celebraciones que tienen
lugar en muchos pueblos de España en este último día de noviembre o en días
cercanos, el fuego es elemento protagonista. Siempre con un sentido de
purificación y con la misión de ahuyentar lo malo; también el humo, con
carácter preventivo y purificador, para proteger ante la enfermedad.
Traemos hasta nuestra página una
tradición gallega inigualable y única por la cantidad de ritos y creencias que
la dan razón de ser. Hablamos de San Andrés de Teixido, un santuario situado en
la aldea homónima que se encuentra en un precioso enclave de la Serra da
Capelada, en el municipio coruñés de Cedeira. Se trata de un lugar mágico,
cargado de leyenda, donde según la tradición estuvo el Apóstol, y donde se dice
que "va de muerto quien no fue de vivo" ("vai de morto o que non foi de vivo"). Un lugar al que
peregrinan las almas de quienes no fueron en vida y donde llegan a través de diferentes animales, a menudo insectos y reptiles, que están presentes en el lugar. Hasta este
enclave acuden gentes de todo el mundo a lo largo de todo el año, y de manera
especial el 30 de noviembre con motivo de la romería, para cumplir una serie de
curiosos ritos, así como para pedir los favores del Santo.
En el camino que conduce hacia la
aldea encontramos los "amilladoiros", unos hitos normalmente
presididos por una cruz donde los peregrinos y devotos han de lanzar una piedra
para dejar constancia de su visita a Santo André. En la iglesia donde se venera
el Santo y en la capilla donde se depositan las velas, justo debajo del templo,
los fieles dejan sus exvotos y ofrendas en agradecimiento al Apóstol San Andrés
por los favores recibidos, o para pedirle con fervor algún milagro. Podemos
encontrar diferentes figuras de cera, barcos, fotografías, zapatos, prendas de
vestir...
A mitad del camino que conduce a
los preciosos acantilados, se encuentra la fuente del Santo. Allí manda la
tradición que se debe beber de cada uno de los tres caños y pedir un deseo.
Acto seguido se debe arrojar una miga de pan al agua que, si flota, dice la creencia
que se cumplirá el deseo. También los devotos mojan pañuelos en el agua y se
los pasan por diferentes partes del cuerpo en las que tienen alguna dolencia
para alcanzar la sanación por mediación de San Andrés, práctica que podemos
encontrar en otros santuarios de Galicia. Esos pañuelos se tienden en ramas o
alambradas para que se sequen, esperando así la sanación.
Quien va a San Andrés no puede
dejar de adquirir los tradicionales "Sanandreses", unas figuritas
realizadas con miga de pan que, a modo de amuletos, aseguran el trabajo, el
amor, la salud, la paz, la protección... Estas figuras son 8: el Santo, la
flor, la mano, el pez, la escalera, la barca, la corona del Santo y la paloma.
También en Teixido se debe buscar la "herba de namorar", una planta que
se cría en el entorno y que según la creencia asegura el amor y resuelve los
problemas amorosos.
Deliciosas son las rosquillas que
allí se pueden degustar y adquirir, y que no faltan en ninguna romería gallega.
Nos encontramos ante un lugar muy especial, un enclave paisajístico de enorme
belleza, donde se respira leyenda y tradición. Tuvimos la suerte de conocer
este lugar hace años, y el pasado verano volvimos de nuevo atraídos por su
magia.
Este artículo se basa en parte en las notas de nuestro cuaderno de campo tomadas en las dos ocasiones en las que estuvimos en San Andrés de Teixido, y donde tuvimos ocasión de conversar con varios vecinos del lugar que nos explicaron los diferentes ritos y leyendas.
FUENTE CONSULTADA:
Pena Grana, A., San Andrés de Teixido. El camino mágico de los Celtas. Equona Deseño Editorial, A Coruña, 2006.
*Todos los textos, así como las imágenes, son propiedad del autor de este blog.
San Andrés de Teixido (A Coruña) |
"Sanandresiño" representando la Cruz de San Andrés |
Imagen de San Andrés en el interior del templo |
Fonte do Santo |
Fuente de San Andrés |
Pañuelos tendidos |
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