El 3 de mayo es
el día en que la iglesia celebra la Invención de la Santa Cruz, que rememora el
hallazgo de la Santísima y Vera Cruz donde murió Cristo por la Santa Reina
Elena, madre del emperador Constantino. Cuando éste se enfrenta a los bárbaros
a orillas del Danubio, tiene una visión en la que se le aparece la Cruz con la
inscripción “in hoc signo vinces” –“con
esta señal vencerás”-. Efectivamente Constantino venció y se bautizó, y envió a
su madre a Jerusalén en busca de la Cruz de Cristo. En el lugar donde según la
tradición había muerto crucificado, apareció la Santa Cruz.
Esta fiesta se
celebra en toda la geografía española, recibiendo el nombre de “Cruz
de Mayo”. Una fiesta cargada de peculiaridades y ritos, diferentes
según la región, todos ellos destinados a la exaltación de la naturaleza. La fiesta
de la Cruz de Mayo, como muchas otras celebraciones del ciclo festivo anual,
puede tener perfectamente su origen en cultos paganos a la naturaleza. Eran muchas
las fiestas cuyo objetivo era rendir culto al resurgir del mundo vegetal
después del frío invierno, con ritos para propiciar las buenas cosechas y la
abundancia de las mismas. Rituales que se dedicaban a deidades paganas en el
mundo romano, como es el caso de las Floralia, o fiestas dedicadas a la diosa
Flora, o los cultos que se dedicaban a las diosas Maia y Ops, relacionadas de forma
directa con la fertilidad y con la agricultura. Pero si hay una fiesta con la
que podemos asociar el origen de la celebración de la Cruz de Mayo, es con la
que en la antigüedad se dedicaba a Attis, joven al que Cibeles había escogido
para guardar su templo manteniéndose virgen, y al que castigó por haberla traicionado perdiendo su virginidad. El
joven se castró y volvió a ser admitido por la diosa. Sus fiestas se celebraban
con una procesión en la que se portaba la rama de un pino adornada, haciendo
alusión al árbol en que se convirtió en el momento de su muerte, resucitando
después. La tradición de levantar los mayos
o árboles-mayos desde antiguo en gran
cantidad de pueblos, estaba íntimamente asociada a esos rituales de llamada a
la fertilidad de los campos, e identificada con cultos como el que hemos visto
ligado a Attis. Con la llegada del cristianismo se produce un sincretismo, y
estos mayos pasan a ser identificados con la Santa Cruz, con el Árbol de la
Cruz, al prohibirse ese tipo de celebraciones, que se alejaban bastante de los
preceptos que marcaba la nueva religión.
En la provincia
de Toledo son muchos los lugares que celebran esta festividad. Cabe destacar la
localidad monteña de Noez donde cada primer viernes de mayo se levanta una
impresionante Cruz de Mayo o Mayo, que es considerada la más grande de España. Se
trata de una gran estructura compuesta de diferentes formas geométricas, que se
recubre de plantas aromáticas, y que es levantada por los quintos. Pero de ella
hablaré más adelante. Ahora me centraré en otra interesante celebración que
tiene lugar en la localidad de Novés, y que destaca de forma especial porque en
esta fiesta se venera la verdadera Cruz de Cristo, cuya reliquia se contiene en
un precioso relicario que llegó a la localidad hace algunos siglos.
La fiesta de la
Cruz de Mayo en Novés quizá sea una de las tradiciones que con más fervor y
devoción se celebran en este lugar. Tiene su origen en la llegada del Lignum Crucis allá por el siglo XVIII,
que había pertenecido a una sobrina de Mariana de Austria, y a cuyas manos había llegado a
modo de regalo por parte del Cardenal Farnesio, que lo había traído de Roma. Al
retirarse la sobrina de la reina al madrileño monasterio de las Descalzas Reales, tiene como
confesor al Padre Fajardo, novesano, al que regala la Santa Reliquia, y que
será quien la done posteriormente a la Cofradía de la Preciosísima Sangre de
Novés. Se trata de un precioso relicario de plata y oro que contiene una
reliquia de la Santísima Cruz. Novés desde entonces la ha custodiado con celo y
la ha venerado con especial fervor, siendo centro de varias celebraciones como
son la adoración de la Cruz en la tarde de Viernes Santo, y esta festividad de
mayo.
La fiesta de la
Santa Cruz se celebra en Novés el primer domingo de mayo, y la encargada de su organización
es la Cofradía de la Sangre. El momento de mayor relevancia tiene lugar en la
tarde del domingo en que se saca en procesión, acompañada por mayordomos,
alférez y demás cofrades. La Cruz al término de la misa de la mañana, queda
expuesta en la iglesia a la veneración de los fieles. Solamente se puede ver en
este día y la tarde del Viernes Santo en el momento de la adoración. El suelo
de la iglesia parroquial se cubre de tomillo, y todo queda impregnado de tan
agradable aroma, esperando el momento en que la Santa Cruz abandone el templo
para recorrer las calles de Novés. El Lignum
Crucis se coloca sobre unas andas ricamente decoradas con un arco de
flores, lazos, cascabeles y campanillas, y cobijado bajo un precioso palio rojo
con bordados en oro.
Una de las
peculiaridades de esta fiesta es la presencia de niños de corta edad que
acompañan a la Santa Cruz vestidos de angelitos, y agarrados a unas cintas que
van sujetas a las andas. Van ataviados con trajecitos de color blanco decorados
con abalorios y puntillas doradas, y llevan además unas alas de ángel que dan
gran vistosidad a tan cariñoso atuendo.
Uno de los
momentos más especiales es el que tiene lugar cuando la procesión, que recorre
gran parte del pueblo, llega a la ermita del Cristo, sede de la Cofradía de la
Sangre. Allí, junto a una cruz-humilladero, tiene lugar la bendición de los
campos con la Santa Cruz. Vemos el sentido fertilizador que adquiere la Cruz,
que tras el triunfo de Cristo en ella, da paso a la Resurreción, al renacer de
la vida tras la muerte. En este sentido la bendición persigue la llegada de
buenas cosechas, la maduración de los frutos y la recogida copiosa de los
productos agrícolas. Tras esto, la Santa Cruz vuelve a la iglesia de donde
partió, para recibir la veneración de los fieles novesanos, que la adoran como
preciada insignia.
Agradezco a Francisco Javier Fuentes, investigador novesano, la información que me aportó relativa a la historia del Lignun Crucis.
Agradezco a Francisco Javier Fuentes, investigador novesano, la información que me aportó relativa a la historia del Lignun Crucis.
El suelo de la iglesia se cubre con tomillo |
Los angelitos acompañan a la Santa Cruz |
Los novesanos acompañan a la Santa Cruz |
La Cruz saliendo de la iglesia |
*Todos los textos, así como las fotografías y archivos de vídeo son propiedad del autor.
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