Enclavado
en los Montes de Toledo y perteneciente a la Comarca de La Jara, se encuentra
Los Navalucillos, precioso pueblo que cada 20 de enero festeja a su patrón San
Sebastián. Se trata de una fiesta de invierno que comparte rasgos con otras que
se celebran en la zona, pues están presentes las luminarias, la aparición de
personajes grotescos que provocan el temor de propios y extraños, el reparto de
roscas… Veremos por partes los diferentes momentos de que se compone esta
celebración.
La
fiesta se inicia el 16 de enero, víspera de San Antón, día en que se encienden
las primeras hogueras en diferentes puntos del pueblo, y que se conoce como día
de “la luminaria chica”. Los vecinos
de Los Navalucillos en sus diferentes barrios encienden luminarias en torno a
las cuales disfrutan de unas horas de hermanamiento hasta bien entrada la
madrugada, donde comparten todo tipo de viandas, desde las tradicionales migas
hasta los productos de la matanza tan famosos en este lugar. 
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| La "Luminaria grande" en la Calle Ancha | 
El
20 de enero es el día grande de estas fiestas en el que se honra de una manera
especial a San Sebastián. Tras la misa que tiene lugar por la mañana, el santo
sale en procesión a recorrer las calles del pueblo, adornado con una gran rama
de naranjo. La peculiaridad de esta procesión es la presencia en ella de gran
cantidad de caballos y jinetes que caminan durante todo el recorrido de frente
al santo sin darle la espalda. Se trata de un acto muy emotivo y vistoso en el
que los caballos lucen sus mejores galas. Es también tradición colocar grandes
roscas de pan a los pies de San Sebastián, que al finalizar la procesión serán
bendecidas. Cuando el santo ha vuelto de nuevo a la iglesia, la hermandad
reparte en el portalillo del templo pequeñas roscas de pan que los devotos llevan
a sus casas para recibir la protección de San Sebastián. Me cuentan que
antiguamente se guardaban las roscas en el arca para que el santo intercediera
para que no faltara el pan durante el año. En la actualidad hay personas que
aún mantienen esta práctica.
También
me cuentan que antaño en este día se celebraban carreras de caballos. Esta
tradición no ha llegado hasta nuestros días, tan solo queda su recuerdo
plasmado en el nombre de una calle del pueblo que se llama “Carrera de los
Caballos”, que es donde tenían lugar.
Quiero
dedicar esta entrada al pueblo de Los Navalucillos, donde no nací pero sí me
casé; pueblo acogedor donde los haya, de gente muy “campechana” y hospitalaria.
En especial a mi familia, a mi mujer -“chacha”
como la que más-, y al abuelo Fortu, por su envidiable sabiduría, y por su
prodigiosa memoria. Agradezco también la colaboración de Juanjo Herencias y
Antonio Illán, que me han aportado información acerca de la tradición.
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| Jinetes y sus caballos encabezan la procesión | 
El dibujo que se
adjunta de la recreación del “marrache” y “la vaquilla” ha sido realizado por
el autor de este blog.
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| Los caballos de frente a San Sebastián | 
*Todos los textos, así como las fotografías y los archivos de vídeo son propiedad del autor.



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