Cada 2 de febrero el
pueblo de Camarena, en la provincia de Toledo, revive una antigua tradición. Se
trata de la salida de “el Judío” por
las calles de la localidad para hacer cuestación que se destina a sufragar
misas.
El “Judío” es un personaje con tintes carnavalescos,
una especie de máscara o botarga de carácter bondadoso que hace cuestación y se
acompaña de niños y niñas que advierten de su presencia haciendo sonar
cencerros. Estamos ante una mascarada de invierno, de un único personaje
protagonista, que se enmarca como otras muchas en las festividades de la
Candelaria y San Blas.
El rasgo más
significativo de este personaje es el carácter hereditario que lleva aparejado.
Paco, el actual “Judío” que lleva
varias décadas protagonizando esta fiesta, heredó la tradición de su abuelo. Le
pregunté si conocía el origen de la misma o si le habían aportado algún dato, y
me respondió que él lo ha conocido de toda la vida, pues entre su abuelo y él
han completado más de 100 años de esta tradición que pierde sus orígenes en
siglos anteriores.
El Judío sale del Ayuntamiento |
Tradicionalmente el “Judío” sale en la mañana del 2 de febrero,
fiesta de la Candelaria. Ello me hace pensar que su presencia podría tener un
trasfondo que encontramos en otras botargas o máscaras que aparecen en este día
en otros lugares. El personaje, seguramente nacido de un rito pagano, con la
llegada del cristianismo, pudo tomarse como un personaje que según la tradición
acompañó a la Virgen al Templo cuando salió por vez primera 40 días después de
haber dado a luz. La misión de este personaje grotesco sería atraer la atención
de la gente y evitar que centrasen sus miradas en la ruborizada María. Esto
también nos da pie a pensar que el hecho de recibir el nombre de “Judío” esté estrechamente relacionado
con esto precisamente, pues Cristo, como todo judío cumplió con el rito de ser
presentado por sus padres en el templo a los cuarenta días de nacer, según la
Ley de Moisés. Por lo tanto, ese personaje que nos presenta la tradición oral
también era judío, y de ahí que esta máscara haya podido tomar su nombre basado
en estas interpretaciones. No hay datos o documentos que afiancen esta
hipótesis, repito que es una aportación propia que me surge de la existencia y
conocimento de otras fiestas muy similares en las que sí se acepta esa
interpretación –legendaria claro está- de las mismas.
En los últimos años la
fiesta se viene celebrando el domingo más próximo, pues al no tratarse de un
festivo local, los niños, máximos protagonistas, han de asistir al colegio. El día
del “Judío” es eminentemente infantil
en Camarena, pues son los niños y niñas quienes le acompañan durante todo el
trayecto haciendo sonar sus cencerros para avisar de su paso por cada calle o
barrio del lugar. La presencia de los cencerros, tan común en cualquier
mascarada de las que conocemos y tan importante, me hace pensar en otras dos
posibles hipótesis acerca del origen de la fiesta:
-
Que se trate de un rito de orígenes
paganos en el que los cencerros tuvieran una función ahuyentadora de malos
augurios, o por otra parte junto a los vivos colores del atuendo del “Judío” pudieran hacer referencia a un
rito de llamada al despertar de la naturaleza ante la cercana llegada de la
estación primaveral.
-
Que ya cristianizada la fiesta, y en
caso de tener relación con la interpretación legendaria expuesta al principio,
fueran también elemento de llamada de atención, de distracción de quienes
provocaban el rubor de la Virgen al sentirse observada.
El gorro del "Judío" |
Como vemos se trata de
una fiesta que se resiste a caer en el olvido, gracias sobre todo al tesón de
Paco que cada año saca su traje de “Judío”
para revivir la tradición. Tuve la suerte de hablar con él y acompañarle en su
recorrido, y le pregunté si tenía sucesor para que continuara la tradición. Me dijo
que de momento no, pero que aquel que estuviese dispuesto a salir de “Judío” que con mucho gusto le cedería el
traje para que siguiera celebrándose tan entrañable fiesta.
Quiero agradecer la
amabilidad de Paco “el Judío”, que
aceptó hablarme de la tradición. Gracias al tesón de personas como él, las
raíces de los pueblos se mantienen vivas y llegan hasta nuestros días estas
tradiciones, herencia de las generaciones pasadas.
"La lanza" |
Uno de los cencerros que le acompañan |
Fuentes consultadas: VV.AA (Asociación Comarcal Castillos del
Medio Tajo), Cultura y Tradición, síntesis
del inventario. I. Gráficas
Rafael S.L. Torrijos (Toledo), 2006. / CHRISTIAN, W.A., Religiosidad Local en la España de Felipe II. Ed. Nerea. Madrid, 1991.
*Todos los textos, así como las imágenes y archivos de vídeo, son propiedad del autor.
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