El pueblo de Galve de
Sorbe, en la provincia de Guadalajara, festeja cada año el tercer fin de semana
de agosto a su patrona la Virgen del Pinar, a la que se dedican unas antiguas
danzas rituales que perviven gracias al tesón de los hijos de este pequeño pueblo.
Tras algunas décadas en el olvido, allá por los años 80 se recupera gran parte
de estas danzas que en sus épocas de mayor esplendor sobrepasaban la veintena según aporta el etnógrafo Pedro Vacas en su programa "Desde Antaño hasta Hogaño", en el que se dedica un capítulo a esta fiesta.
En un principio tenían
lugar en el mes de octubre, con motivo de las celebraciones patronales, pero el
éxodo rural muy acentuado en esta comarca, obligó a que fueran trasladadas al
mes de agosto para así asegurar la presencia de quienes habían tenido que emigrar
y dar mayor lucimiento a la fiesta. En la actualidad tienen lugar el tercer
viernes y tercer sábado de agosto.
El origen de las danzas
de Galve de Sorbe es impreciso, al igual que los de otras danzas rituales que
se ejecutan en la provincia de Guadalajara tan rica en tradiciones. Siguen los
esquemas de otras que ya hemos visto, que pueden estar relacionadas con ritos
de fertilidad de las tierras, con ritos de paso, danzas de carácter guerrero o
pastoril… En el caso de las danzas de Galve, podríamos decir que se trata de un
rito de paso, pues antiguamente sólo podían danzar los mozos que hubiesen
alcanzado una determinada edad. En la actualidad no hay edad definida para
poder ser danzante, el requisito imprescindible es tener ganas de continuar con
esta bonita tradición. Antiguamente eran hombres los que ejecutaban estas
danzas, en la actualidad son en su mayoría mujeres. Tras la recuperación de las
danzas Galve de Sorbe cuenta con dos grupos de danzantes: el de los mayores y
el de los pequeños que aprenden las danzas para asegurar la pervivencia de la
tradición. La vestimenta de ambos grupos es la misma, diferenciándose en los
colores y motivos que componen las telas.
El vistoso traje de los
danzantes se compone de camisa blanca, chaleco y faja de color negro, corbata,
calzones rematados con un puntilla con vuelo, medias caladas blancas,
alpargatas de esparto, y una chaqueta abierta en la sisa que deja caer la parte
superior de la manga sobre el brazo. La tela que compone el calzón y la
peculiar chaqueta es de rayas verticales de color rojo, amarillo y ocre. Remata
el atuendo un pañuelo de color amarillo a juego con la chaqueta y el calzón, que
se anuda en la cabeza. El traje de los danzantes pequeños es exactamente igual,
variando en la tela como ya hemos comentado anteriormente. Se acompañan de
castañuelas y palos decorados con cintas con los que ejecutan las diferentes
danzas. Ocho son los danzantes que intervienen, acompañados por el “zarragón”. Éste
último personaje viste camisa blanca, faja, medias y alpargatas negras, y
pantalón ceñido y chaqueta de la misma tela. La chaqueta en su parte trasera
deja caer dos piezas de tela, asemejándose a un chaqué. Normalmente lleva un
gorro con una borla, y porta dos palos gruesos con los que va marcando la
cadencia del baile y que al finalizar cada danza eleva ante la imagen de la
Virgen del Pinar, acompañado este gesto de un grito festivo. El “zarragón” en
este caso vendría a desempeñar el papel de una botarga, tal y como sucede en
otras danzas y manifestaciones festivas de la provincia de Guadalajara. En todo
momento se encarga del buen transcurrir de la danza y de que cada danzante se
encuentre en su lugar.
La fiesta da inicio el
tercer viernes de agosto por la mañana cuando todo el pueblo y los danzantes se
dirigen hasta la ermita en procesión con la imagen de la patrona, donde tienen
lugar la misa y posteriormente las danzas. El sábado por la mañana tiene lugar
la diana por las calles del pueblo en la que interviene un grupo de
dulzaineros. Ya a media mañana se celebra la misa, y al término de esta la
procesión. La imagen de la Virgen del Pinar aguarda en el portalillo de la iglesia
y los danzantes la ofrecen algunas de las danzas de paloteo y castañuelas de su
repertorio, acabando todas con una genuflexión de los danzantes ante la imagen
de la Virgen y el correspondiente grito del “zarragón”. Tras esto arranca la
procesión encabezada por los danzantes que al son de la gaita y el tambor no
cesan de bailar ante la Virgen. De cuatro en cuatro los danzantes dando saltos
al son de la música, se colocan en la cabeza de la procesión para más tarde
volver junto a la Virgen y que otros cuatro procedan de la misma manera. Al llegar
a la plaza se coloca en un lateral la imagen de la Virgen y los danzantes
vuelven a ofrecer una muestra de sus danzas. Al término, se da paso a todo
aquel que quiera bailar ante la Virgen a los sones de la jota, al tiempo que
los danzantes descansan y se refrescan en el caño. La procesión retorna a la
iglesia parroquial donde los danzantes ejecutan las últimas danzas ante la
patrona. Antes de entrar en el templo tiene lugar la puja de los bandos o
banzos de las andas, así como de diversos dulces y objetos donados por los
devotos para obtener fondos para sufragar la fiesta. Las pujas las dirige el
señor Celedonio con gran destreza repitiendo al final de cada una: “La Virgen Santísima le de salud y sus
gracias”. Por la tarde los danzantes vuelven a la plaza de Galve para
interpretar sus danzas que, como indicaba al principio, antiguamente eran más
de veinte, habiéndose recuperado en su mayor parte en la actualidad. Algunas de
ellas -que cita Pedro Vacas en su programa "Desde Antaño hasta Hogaño"- son: “Tres hojas”, “El Pastor”, “Madrugaba
un caballero”, “Taraverosán”, “La Hurraca”, “Admirable Sacramento”, “Los
hidalgos de Bustares”…
Alegra mucho comprobar cómo
aún hay jóvenes que se esfuerzan en sacar las tradiciones de sus lugares
adelante. Es el caso del grupo de danzantes de Galve de Sorbe que cada año
trabajan para revivir la tradición que heredaron de sus mayores y que da
renombre a este pequeño pueblo de la sierra norte de Guadalajara.
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El "zarragón" |
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A la espera de la danza |
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Danzas al comienzo de la procesión |
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Genuflexión ante la Virgen |
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La Virgen del Pinar de Galve de Sorbe |
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Danza de castañuelas |
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Merecido descanso |
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El futuro de la tradición |
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Danzas de ayer y hoy |
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La procesión de vuelta |
Fuentes consultadas:
LÓPEZ
DE LOS MOZOS, JOSÉ RAMÓN, Fiestas Tradicionales de Guadalajara. Aache. Guadalajara, 2000; Programa "Desde Antaño hasta Hogaño" dirigido por el etnógrafo pedro Vacas.
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