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| San Pantaleón. Burujón | 
Las 
Relaciones
Topográficas de los Pueblos de España son una obra de finales del siglo
XVI mandada hacer por orden del rey Felipe II, de carácter estadístico, y cuyo
objetivo principal era conocer la realidad, a través de una descripción al
detalle, de todos los lugares que estaban bajo su dominio. La obra se compone
de un cuestionario con varias preguntas que reciben el nombre de capítulos, a
través de los cuáles se va desgranando toda la información: económica, social,
demográfica, religiosa… El monarca facilita el cuestionario a personas
capacitadas intelectualmente de cada lugar, para que contesten a las preguntas
en el orden en que se proponen, elaborando así una síntesis de la historia y
costumbres de cada pueblo o asentamiento.
 
Es una obra
importante desde el punto de vista histórico-geográfico y antropológico, pues
refleja la realidad de la
 España de finales del XVI, y nos aporta algunos datos de emplazamientos
con los que no contamos en la actualidad. Se habla de lugares que en su día
sufrieron un despoblamiento masivo y que llegaron a desaparecer, como los
siguientes ejemplos: Hurtada, lugar
donde nace el insigne Alonso de Covarrubias, cercano a Torrijos y Gerindote; La
 Higuera del Campo,
unida a Hormigos (Hormigos y La Higuera del Campo)
según aparece citada en las Relaciones;
Adovea, despoblado cercano a
Carriches; San Silvestre, cercano a
Novés; San Pedro, ahora unido al
núcleo urbano de La Mata,
entre otros. También es importante desde el punto de vista toponímico, pues nos
muestra como han ido evolucionando los nombres de algunos pueblos o parajes a
lo largo de los siglos: Albarreal de Tajo aparece como Alcalá del Río; y Val de Santo Domingo aparece como Santo Domingo del Valle.
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| Santa Julita y San Quirico. Barcience | 
Centraré este
artículo en la localidad de Torrijos y su comarca, y me detendré de forma concreta en
el capítulo 52 del cuestionario, que
se refiere a las devociones que predominaban en cada lugar, y a las fiestas que
llevaban aparejadas. El referido capítulo nos aporta una visión del hombre como
“ser religioso”, pues la mayoría de esas fiestas se comenzaron a celebrar
porque el grupo humano poblador de cada lugar así lo decidió en agradecimiento
o por voto tras haberse visto librados de alguna calamidad. Y aquí es donde
entra en juego la herencia recibida de la época medieval, donde toda la vida de
las personas giraba en torno a los tiempos que marcaba la Iglesia. La siembra,
la recolección, la vendimia, la matanza... dependían siempre del calendario
litúrgico de la Iglesia,
siempre coincidían con alguna festividad (San Martín, San Miguel…). También se
veía muy ligada a la religión la salud, la mayor parte de las veces por
supersticiones que el hombre medieval había generado y que pervivieron muchos
siglos después. Pueblos y ciudades se afanaron en contar en sus iglesias con
reliquias de toda clase de santos y santas, incluso del mismísimo Cristo y de
Su Madre la Virgen. A
tales reliquias atribuían poderes de sanación y el poder de evitar epidemias y
desastres naturales, hasta tal punto que hubo un momento en que se generó un importante
“tráfico de reliquias”, llegando muchas de ellas a ser invenciones o a ser
falsas. Muchas de las festividades y devociones que se contemplan en el capítulo
52, y que algunas de las cuáles se mantienen en la actualidad, vienen unidas a
esa devoción y veneración de las reliquias. Como veremos más adelante, hay
devociones que se pueden considerar de carácter comarcal por extenderse por
todo el marco geográfico de la comarca, y otras que quedan relegadas a un
ámbito más local debido seguramente a la posesión de alguna de esas reliquias
que antes mencionaba, o a la llegada de la devoción a través de algún monasterio
u orden religiosa del lugar o a través de algún noble.
Resulta muy
curioso que la mayoría de las devociones y fiestas de la comarca que se
mencionan en estas Relaciones, en la
actualidad han desaparecido o han pasado a ser celebraciones menores o de
hermandades que se han encargado de seguir la tradición. En general, la
veneración a tales devociones viene dada por un voto hecho por el pueblo por
haberse visto librado en algún momento de tribulación (plaga, sequía, epidemia,
climatología adversa…). Voto que en algunos casos se sigue manteniendo en la
actualidad, perpetuando así celebraciones que vienen de antiguo. A continuación
enumero los diferentes casos por los que se hace voto a un santo, santa o
advocación de la Virgen
o de Cristo, y las peculiaridades de cada uno de ellos:
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| Santa Brígida. Maqueda | 
Santos y santas que libraron de ciertas plagas, en su mayoría el pulgón o “calamidades de las viñas” como también lo denominan en algún
     lugar de los que tratamos, como Santa Olalla. Por este motivo es muy
     extendida la devoción a Santa
     Brígida, la cuál he localizado en seis pueblos, entre los que se
     encuentra Torrijos, dato que resulta muy curioso, pues de aquella devoción
     y festividad no ha quedado ni rastro en nuestra localidad, ni tan siquiera
     una representación iconográfica. Lo mismo ha ocurrido en otros cuatro
     lugares (Adovea, Hormigos, La Mata, y Santa Olalla),
     siendo Maqueda la única localidad que en la actualidad mantiene la
     devoción a Santa Brígida, a la que tiene por Patrona, y cuya fiesta sigue
     celebrando cada 31 de enero.
También se
veneró a otros santos por este mismo motivo. Así, se celebraba en La Puebla y en Alcabón la Revelación de San Miguel o “San Miguel de Mayo” (día 8 de mayo) como también aparece
citado, por haber librado a la población de las malas cosechas propiciadas por
el pulgón; en Alcalá del Río (hoy
Albarreal de Tajo) a San Pedro y San
Pablo por “otras sabandijas” y el
Lunes de Quasimodo por la ayuda
recibida en la escasez de cosecha; en Domingo Pérez, San Silvestre y
Escalonilla a San Gregorio Nacianceno;
en Burujón al Glorioso San Pantaleón;
en Erustes a San Jorge; en Quismondo
a Santa Marina, en Santa Cruz del
Retamar a la Virgen de la Paz; y en Villamiel a Santa Catalina por haberse visto librada la población de una plaga
de langosta.
Otros santos y santas que libraron al lugar de
     ciertas inclemencias meteorológicas
     como la “piedra”, como se
     denomina en el cuestionario de Domingo Pérez, o que favorecieron las
     lluvias en tiempo de sequía. Por esto, honraban a San Juan Ante Portam Latinam en Alcalá del Río (Albarreal de Tajo); en Domingo Pérez a Santa Ana y al Triunfo de la Cruz o Cruz de la Batalla (16 de
     julio) como se cita en el cuestionario de Mesegar.
Contamos con un caso excepcional como es la devoción y la veneración al Mártir San
     Sebastián, muy extendida en nuestra comarca, debido al voto por haber
     librado por su intercesión de la peste. Trece son los pueblos que reflejan
     tal devoción en el cuestionario: Adovea,
     Alcabón, Alcalá del Río
     (Albarreal), Carriches, Erustes, Escalonilla, Gerindote, Hormigos,
     Maqueda, Mesegar, Rielves, Santo
     Domingo del Valle y Villamiel. En algunos de esos pueblos la
     veneración y celebración de este mártir ha desparecido y en otros se sigue
     manteniendo pero de manera poco destacada. Tan sólo se sigue celebrando
     con solemnidad en Villamiel de Toledo, donde es patrón. En Torrijos
     contábamos con una ermita consagrada a este santo y con una cofradía de la
     que era titular junto con San Fabián, cuyo emplazamiento estaba en el
     cementerio viejo, en la carretera de Albarreal, y que también desapareció.
     En la actualidad nada queda de esa devoción ni de su cofradía.
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| San Blas. Domingo Pérez | 
Otro santo muy venerado en aquella época en nuestra
     comarca era San Juan Ante Portam
     Latinam o “San Juan de Mayo” como aparece denominado en el
     cuestionario de Mesegar. Se celebraba en: Adovea, Alcalá del Río
     (Albarreal), Carriches, Caudilla, Gerindote, Huecas, Mesegar, Portillo y La Torre. Por lo que
     observo, en Hurtada debía ser
     grande la devoción al Evangelista, pues hasta allí acudían gentes de
     pueblos limítrofes a venerar al santo y a darle gracias por diversos
     favores. En varios cuestionarios encontramos referencias a esto, como por
     ejemplo en Gerindote donde dicen: “que
     guardan a San Juan Porta Latina por voto del pueblo, y van en procesion a
     San Juan de Hurtada, que esta a media legua del, y no se sabe por que
     causa o razon, o por que necesidad o devocion”. También encontramos
     referencias en Caudilla: “que en
     esta villa hay particular devocion antiquisima, que memoria de vivos no
     hay en contrario ni alcanza el origen que tuvieron, y es que a seis de
     mayo dia del señor San Juan ante Portam Latinam guarda este pueblo, y hizo
     procision, y va a un pueblo que se llama Hurtado, y dicen misa, y dan
     caridad a todo el pueblo de pan y vino y queso”.
De esta
devoción tan extendida y de su fiesta nada ha quedado, en la actualidad en
ninguna de las localidades citadas se celebra, y ni siquiera ha quedado
testimonio alguno de la misma.
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| Cristo de la Caridad. Santa Olalla | 
La
      Santa Cruz de Ntro. Señor Jesucristo también
     desde tiempo inmemorial ha contado con especial veneración en nuestra
     comarca, y en algunos lugares se ha tomado por abogada en tiempos
     difíciles. Así, encontramos que son varios pueblos los que guardaban
     fiesta a finales del XVI en tres días distintos del año: el 3 de mayo
     también denominado “Cruz de Mayo” o Invención de la Santa Cruz; el 14
     de septiembre o Exaltación de la Santa Cruz; y el 16 de julio el “Triunfo de la Santa Cruz” o “Cruz
     de la Batalla”
     como se denomina en el cuestionario de Mesegar. La Cruz de Mayo era festejada en Erustes
     de mano de la antigua cofradía de la Vera Cruz, que aún hoy existe; en Huecas;
     Quismondo y La Torre
     de Esteban Hambrán. La Exaltación de la Cruz se festejaba en Quismondo,
     celebración que hoy sigue presente en la localidad, festejando a primeros
     de septiembre al Cristo de la
      Salud, intuyo que como reminiscencia de aquella fiesta que
     ya se celebraba en el siglo XVI. Resulta muy curioso este dato, que solo
     Quismondo guardase fiesta el 14 de septiembre, pues hoy día muchos de los
     pueblos de nuestra comarca celebran sus fiestas patronales en esa fecha,
     día de la Exaltación
     de la Cruz,
     en honor a sus Cristos (Rielves al Cristo de los Remedios; Escalonilla al
     Cristo de la Cruz
     a Cuestas; Carmena al de la
      Cueva, Fuensalida al del Olvido…). La
      Cruz del
     Triunfo, celebrada el 16 de julio en recuerdo de la victoria en la Batalla de las Navas
     de Tolosa (1212), y que en el año 2012 cumplió 800 años, se festejaba en Domingo
     Pérez, Mesegar y Santa Olalla. Aún hoy pervive esta tradición en Santa
     Olalla, celebrando en ese día al Cristo de la Caridad y manteniendo
     una antiquísima tradición como es el Baile de la Bandera que cada año
     se realiza al término de la procesión del Cristo y la Virgen del Carmen.
     También se sigue celebrando en Santa Cruz, donde es titular de la Parroquia, y en La Puebla de Montalbán,
     que ese día festeja también por voto del año 1598 (no aparece en el
     cuestionario debido a que el voto se hizo años después de la publicación
     de las Relaciones de Felipe II) a
     su patrón el Cristo de la
      Caridad, por haberles librado de la peste.
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| Virgen de la Paz. Santa Cruz del Retamar | 
A la Virgen María
     también se la veneraba y festejaba, en la mayor parte de los lugares “por devoción”. En Escalonilla y
     Maqueda bajo la advocación de la Concepción, y en La Puebla, Santa Cruz del
     Retamar y La Torre
     de Esteban Hambrán bajo la de la Paz. La Puebla y Santa Cruz siguen
     manteniendo la devoción a la
      Virgen de la
      Paz, que además ejerce su patronazgo en ambos pueblos y
     lo celebran cada 24 de enero, destacando la tradicional Fiesta de los
     Soldados en Santa Cruz, en honor también a la Paz.
 
Tenemos también el caso de otras devociones más localizadas y menos extendidas en toda la
     comarca, pero de gran arraigo en los pueblos donde se encuentran. Se trata
     por lo general de mártires a los que también se acudió en momentos
     difíciles para paliar alguna plaga o alguna epidemia, como ya hemos visto en
     los puntos anteriores. De esta manera he podido localizar los siguientes: Santo Tomás Cantuariense en
     Alcabón; los Santos Mártires “Cirico e Julita” en Barcience; San Pantaleón en Burujón; Santa Águeda en Carriches; el Santo Ángel Custodio en Caudilla; Santa Ana y San Blas en Domingo Pérez; San Jorge en Erustes; San
     Germán en Escalonilla; Santa
     Eugenia y San Marcos en
     Huecas; los Santos Simón y Judas
     en Maqueda; San Antón en
     Mesegar; los Santos Mártires Cosme
     y Damián, San Antón y Santa Ana en Portillo; Santa Marina en Quismondo; San Silvestre y San Juan de Mata en San Silvestre;
     San Blas en Santo Domingo del Valle (hoy Val de
     Santo Domingo); Señor San Gil en
     Torrijos; y Santa Catalina en
     Villamiel. Muchos de estos pueblos mantienen aún la devoción y patronazgo
     de estos santos, como por ejemplo Torrijos que sigue honrando a San Gil,
     Barcience a Santa Julita y San Quirico, Burujón a San Pantaleón…
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| San Jorge. Erustes | 
A través de
este recorrido por las tradiciones y devociones en la comarca de Torrijos en el
siglo XVI, podemos comprobar cómo han evolucionado las mismas, manteniéndose
con el paso de los siglos, o como ha ocurrido en otros casos llegando a
desparecer sin dejar testimonio alguno. Muchas de las desparecidas
constituyeron en otro tiempo las mayores celebraciones de cada lugar,
perdiéndose con ellas tradiciones muy singulares como por ejemplo los ayunos de
no comer carne que se hacían la víspera de la festividad en muchos lugares,
como sacrificio en agradecimiento a la intercesión del santo o santa en
cuestión; o el reparto de caridades consistentes en pan, vino y queso que
también he localizado en algunos puntos de la comarca. También desplazamientos
de romeros hasta ermitas o lugares de culto donde se celebraba la fiesta, como
es el caso de San Juan de Hurtada que
antes veíamos, y de lo que no queda nada. 
Lo que sí está
muy claro es que los tiempos cambian, todo evoluciona, y cada siglo nos ha ido
dejando el testimonio de los hombres y mujeres de cada época que lucharon por
mantener la idiosincrasia de cada lugar, o que por el contrario dejaron que
muchas de esas señas de identidad cayeran en el olvido, así como muchos otros
testigos de la historia, como por ejemplo es el patrimonio histórico y
artístico, muy malogrado en muchas ocasiones.
Artículo publicado en la Revista "La Feria" de Torrijos (Toledo), en septiembre del año 2012.
Fuente Consultada: Viñas Mey, Carmelo; Paz, Ramón,
Relaciones histórico-geográfico-estadísticas de los pueblos de España hechas
por iniciativa de Felipe II: Reino de Toledo. Madrid. 1951)
 
*Todos los textos, así como las imágenes y los archivos de vídeo son propiedad del autor.