La Mata, pueblo toledano famoso
por sus mazapanes y sus deliciosos dulces, cada año celebra una fiesta de
invierno muy peculiar, y que para los mateños es la de mayor arraigo. Se trata
de la fiesta de los Mayordomos, que
se celebra en honor a San Ildefonso y San Sebastián, en el fin de semana más
cercano a las festividades de ambos santos, que tienen lugar el 20 y el 23 de
enero.
Esta fiesta tiene como
protagonistas a los Mayordomos de los
que recibe su nombre, entre los que se distinguen dos grupos: los Mayordomos Nuevos y los Mayordomos Viejos. Los Mayordomos son las parejas que se han
casado en el último año, y es el párroco del pueblo el que los designa por el
hecho de haber registrado su matrimonio en los libros de casamientos de la
parroquia. Los Mayordomos Nuevos o
entrantes toman el relevo a los Mayordomos
Viejos o salientes. A estos cargos se accede a través de un ceremonial que
se alarga durante un fin de semana entero y que más adelante describiré.
Destaca la figura del Mayordomo Mayor,
que es aquel que se casó el primero en el año, y al que los demás rinden
respeto por representar la autoridad de la fiesta. Porta una tralla en las
diferentes celebraciones, y el cetro en los cultos religiosos.
La fiesta comienza el
viernes con un rito muy característico que es el ceremonial de “vestir a los santos”. Los Mayordomos se encargan de colocar en
andas y engalanar las imágenes sagradas. A San Sebastián le adornan con un
vistoso árbol o ramo que se decora con mandarinas, rosquillas, lazos y
campanillas, y se le coloca una banda de tela roja que cruza su torso. A San
Ildefonso, cuya imagen representa el momento en que recibe la casulla de manos
de la Virgen, se le engalana con palmas y flores y un gran lazo rojo. Pero lo
que más llama la atención de esta ceremonia es el empleo de claras de huevo
batidas por parte de las mayordomas, con las que sacan brillo a las imágenes de
los santos, y que según la tradición a través de este rito, las mayordomas
recién casadas solicitan el favor de los santos para quedarse pronto
embarazadas.
El viernes por la noche
se enciende en la plaza la tradicional hoguera que en la La Mata recibe el
nombre de “chosca”. En torno al
fuego, Mayordomos y mateños bailan
sin parar iniciando así las fiestas.
Ya el sábado por la
mañana tiene lugar una de las dos celebraciones religiosas de la fiesta, en la
que se procede al nombramiento de los Mayordomos
Nuevos por parte del señor cura. Acabada la eucaristía la procesión con las
imágenes de San Sebastián y San Ildefonso recorre las calles de La Mata. Las Mayordomas Nuevas encabezan la comitiva
portando el estandarte de San Ildefonso, al que sigue la imagen de San Sebastián
que es llevado a hombros por los Mayordomos
Nuevos o entrantes. Cierra la procesión la imagen de San Ildefonso que es
portada por los Mayordomos Viejos o salientes,
y acompañada por las Mayordomas Viejas
vestidas de mantilla. El Mayordomo Mayor
destaca del resto por llevar un cetro y una escarapela prendida en la solapa de
la chaqueta, y es quien representa la autoridad. Un aspecto importante de la
fiesta y por supuesto de la procesión, es la presencia de la música que
acompaña al desfile interpretando una tradicional y repetitiva marcha de
procesión. Estas marchas y toques antiguamente eran interpretados por los
afamados gaiteros o dulzaineros mateños, que se encargaban de amenizar con su
música gran parte de las fiestas de la comarca.
La plaza es el principal
escenario de esta fiesta y elemento de poder de los Mayordomos Viejos que son quienes la toman durante las fiestas,
teniendo restringido el acceso los Mayordomos
Nuevos hasta el domingo. La tarde del sábado los Mayordomos Viejos son los que alcanzan el máximo protagonismo en la
plaza, donde bailan las seguidillas y el
rigodón, bailes típicamente mateños, que son interpretados por los músicos
que mencionábamos antes y que son contratados por los Mayordomos para amenizar toda la fiesta. Es en este momento donde
se ofrecen los buñuelos de chorro o
churros, un dulce típico de estas fiestas. Mientras tanto los Mayordomos Nuevos recorren el pueblo
también cantando y bailando. Hay que destacar los diferentes atuendos que ambas
mayordomías llevan para cada momento de la fiesta, que ellos mismos
confeccionan y costean, y que tienen temáticas muy diferentes, que van desde
trajes regionales hasta vistosos vestidos de fantasía.
El domingo tiene lugar
otra jornada importante, quizá la de mayor relevancia de toda la fiesta. Muy de
mañana los Mayordomos Viejos y los Mayordomos Nuevos recorren las calles de
La Mata entonando canciones y coplillas que han compuesto para la ocasión. Siempre
se sirven de panderetas y castañuelas adornadas con cintas de colores para
acompañar los cantares. A media mañana tiene lugar la Misa donde el párroco
nombra al Mayordomo Mayor entrante
que recibe el cetro de manos del saliente, en una ceremonia muy emotiva en la
que este último dedica unas palabras al entrante, animándole a continuar con la
tradición. Entre el regocijo de mateños, amigos y familiares, los Mayordomos salen a la puerta de la
iglesia donde se reparte la tradicional rosca
de piñonate, otro de los dulces típicos de la fiesta. Acto seguido los
mateños forman el tradicional corro
en la plaza donde los Mayordomos Viejos
primero, y los Nuevos después, entonan y bailan las tradicionales
coplillas o cantares que ellos mismos componen y que se acompañan de las
melodías que interpretan los músicos. Antes de comenzar el baile, el Mayordomo Mayor abre espacio con la tralla recorriendo todo el corro. Cada año las coplillas son nuevas y cada
mayordomía les da un toque muy particular y característico; se valen de
melodías de canciones de actualidad y de otras de siempre, a las que añaden sus
propias letras en las que hablan de ellos mismos y de esta fiesta tan
importante para La Mata. Reproduzco algunas estrofas de los cantares de la
mayordomía que recogí en 2014:
Cuando
se pasa un mes del invierno
En
nuestro pueblo tenemos la tradición
Que
los recién casados nos juntemos
En
torno de música, trajes y canción.
Y
hasta la crisis ha afectado a nuestra fiesta
Que
cada vez quiere menos gente bailar
Por
ser poquitos pedimos al pueblo entero
Junto
a nosotros que se animen a cantar.
Glorioso
San Ildefonso
Y
Glorioso también es San Sebastián
Fiesta
en que los Mayordomos
Alegramos
nuestras calles al pasar
Y
unimos al pueblo entero
Celebrando
a nuestros Santos
Gritemos
juntos el canto
Diciendo
que esta gran fiesta es
La
más bonita de España…
La tarde del domingo
los Mayordomos Viejos ocupan de nuevo
la plaza donde se vuelven a bailar las seguidillas
y el rigodón. Allí esperan a que los Mayordomos Nuevos, que siguen con la
fiesta por las inmediaciones, vayan a “pedir
la plaza”. La petición de la plaza supone el traspaso del poder total de
una mayordomía a otra, es decir, la entrega de la plaza supone el comiendo y el
final de una y de otra. Pasadas unas horas y tras varios intentos, se procede a
la entrega. Ambas mayordomías se colocan enfrentadas, y los Mayordomos subidos a hombros recitan las
tradicionales coplillas que han compuesto para ese momento de la fiesta. Todos los
Mayordomos, tanto los nuevos como los
viejos, tienen su turno para subir a hombros y recitarlas. Entre ellos hacen
intercambio de sus sombreros en señal de amistad, y en las coplillas narran
aspectos graciosos de la vida diaria del contrario, como por ejemplo alusiones
a la profesión, a una próxima paternidad… El pueblo se congrega en torno a
ellos y junto a las mayordomas van marcando la cadencia de las coplillas al
grito de ¡bien!. Es un momento muy
emocionante, para unos porque han cumplido con la tradición tan arraigada de su
pueblo, y para otros por la ilusión con la que acceden al cargo en espera de un
año intenso de encuentros y reuniones de amistad. Pues hay que recordar que las
mayordomías suponen un importante vínculo de unión entre las parejas que las
componen, en el seno de las cuales se forjan importantes vínculos amistosos que
durarán toda la vida. En las coplillas, como no podía ser menos, siempre tienen
su lugar los dos santos a los que se dedica la fiesta, comenzando muchas de
ellas con los típicos versos:
Glorioso
San Ildefonso
Y
también San Sebastián…
Una vez que todos han
recitado sus coplillas, se da por entregada la plaza, y se pone broche a la
fiesta con los tradicionales bailes. Traspaso de Cetro al Mayordomo Mayor entrante |
El párroco presencia la entrega del cetro |
El nuevo Mayordomo Mayor |
El Mayordomo Mayor abre espacio en el corro |
Los alegres bailes de los Mayordomos |
Los Mayordomos Nuevos se dirigen hacia el corro |
El turno de los Mayordomos Nuevos |
San Ildefonso "vestido" para la fiesta |
Las Mayordomas Nuevas portan el estandarte |
Los Mayordomos Nuevos portan a San Sebastián |
El Mayordomo Mayor preside la procesión |
Fuente consultada: VV.AA
(Asociación Comarcal Castillos del Medio Tajo), Cultura y Tradición, síntesis
del inventario. I. Gráficas
Rafael S.L. Torrijos (Toledo), 2006.
*Todos los textos, así como las imágenes y archivos de vídeo son propiedad del autor.
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