En la Comunidad de
Madrid, entre las provincias de Ávila y Toledo, se encuentra Cadalso de los
Vidrios, tierra de buenos vinos y de antiguas tradiciones. El calendario
festivo cadalseño nos descubre un amplio abanico de celebraciones que los
vecinos de este pueblo madrileño cuidan y mantienen. Es el caso del “Día del Gallito”, fiesta infantil que, cargada de siglos de historia,
Cadalso sigue celebrando en fechas cercanas a la Navidad.
Según mi informante,
Marta Blanco, esta fiesta viene de tiempo inmemorial, ha sido transmitida de
generación en generación, y supone una de las mayores señas de identidad para
Cadalso de los Vidrios. Pude comprobarlo a través de sus palabras: “Si nos quitan el día del Gallito… vamos…
como si nos quitaran algo de lo más importante de Cadalso, igual que “las
Ánimas” o “el día de la Peña”. Se celebra el día que en el colegio se dan
las vacaciones de Navidad, y los protagonistas son los niños y niñas, y el “gallito”, figura de mazapán que da
nombre a la fiesta.
La tradición manda que
a cada niño se le haga entrega del tradicional “gallito” y de un libro. En Cadalso se denominan “gallitos” las figuras de mazapán,
típicas de las fiestas navideñas, sea cual sea su forma. Es curioso que,
dependiendo de la zona, estas figuritas reciben distintos nombres, por lo
general haciendo referencia a animales (gallito, pajarita, borrita…). Me contaba
mi informante que antiguamente el “gallito”
era una figura de mazapán que no tenía la forma de gallo que ahora presenta, y
que desde hace varias décadas se viene haciendo así en alusión al nombre de la
fiesta. En la actualidad se elaboran unos 600 “gallitos” de manera artesanal en una panadería del pueblo.
De siempre el “gallito” ha sido entregado por las
autoridades. Hasta 1983, año en que es aprobado el Estatuto de Autonomía de la
Comunidad de Madrid, eran representantes de la Diputación de Madrid quienes
acudían hasta Cadalso para hacer entrega del tradicional presente a los niños y
niñas. Actualmente lo entregan las autoridades locales, siendo el ayuntamiento
el que costea la fiesta.
El regalo que cada niño
recibe está compuesto por el “gallito”,
que siempre va acompañado de un caramelo, y por un libro. El día que se dan las
vacaciones, los niños y niñas acuden al colegio donde tiene lugar un festival
que cada año gira en torno a una temática diferente. Es un día muy esperado por
los niños y niñas de Cadalso, es el día de los niños cadalseños por excelencia,
la tradición que les convierte en protagonistas por un día, al igual que ocurre
en otras fiestas, como por ejemplo “las castañas de San Dieguito” de Novés, la
fiesta del Obispillo… Después de todas las actuaciones, cada curso va pasando a
recoger el “gallito” acompañado de su
profesor o profesora. Durante el resto de la jornada, los niños y niñas
recorren las casas de Cadalso de los Vidrios para enseñar el “gallito” y el libro, y les dan el
aguinaldo. Me cuentan que esta tradición de la petición de aguinaldos aún se
mantiene hoy día en este pueblo, y no es difícil encontrarse rondas por las
calles en los días de Navidad entonando coplillas tradicionales.
El “gallito” también se entrega a los más
pequeños del pueblo en la guardería, así como a los adultos que cursan estudios
formativos en la escuela de adultos de Cadalso. Me cuenta mi informante que
además se visita la residencia de ancianos y también se les hace entrega de la
tradicional figura de mazapán, pues son ellos pieza clave en esta curiosa
tradición por ser quienes la han transmitido a las generaciones del presente.
Antes el absentismo
escolar era algo muy común. Recuerda mi informante que había niños que no
acudían a la escuela en todo el año, pero que el “día del gallito” no faltaban. Entonces el resto de niños y niñas se
encargaban de dar su particular cencerrada a aquel que había faltado de manera
asidua, cantándole: “ha barruntao el
gallito, ha barruntao el gallito”.
Me llama poderosamente
la atención un dato que me aportó Marta, y que es sin duda un punto a favor a
la hora de mantener esta antigua tradición. Se trata de los niños y niñas de
las 25 nacionalidades que viven en Cadalso, que participan de la fiesta con la
misma ilusión y entusiasmo que los niños cadalseños, tomándola ya como algo
propio. Y es que para Cadalso de los Vidrios el “día del gallito” es un día muy señalado.
Agradezco la ayuda
prestada por el Ayuntamiento de Cadalso de los Vidrios que me puso en contacto
con Marta Blanco, dinamizadora turístico-cultural, que me recibió muy
amablemente, y me habló de la fiesta, mostrándome al protagonista: “el gallito”, que al final de la entrevista
me dio a modo de obsequio, y que guardaré con mucho cariño en recuerdo de mi
visita a Cadalso.