
A pocos metros del santuario podemos contemplar la referida fuente, en plena naturaleza, en un lugar idílico rodeada de árboles y vegetación. Allí acuden los devotos para depositar velas y flores y por supuesto para beber del agua bendita que un día comenzó a manar por obra de la Santísima Virgen.
Desde el momento de la aparición la Virgen de Valvanuz ha gozado de gran devoción en Cantabria, especialmente en los pueblos que componen la preciosa comarca de los Valles Pasiegos de la que es patrona. A lo largo del año se dedican a la Virgen diferentes festividades y romerías, entre las que cabe destacar la romería del 15 de agosto, fiesta de la Asunción.
Hasta Valvanuz acuden ese día miles de personas llegadas de todos los puntos del valle y de otros lugares de Cantabria para venerar a la Virgen y para pasar una agradable jornada de romería. A lo largo de la mañana se suceden misas tras las que los devotos tienen la posibilidad de subir al camarín y besar el manto que lleva la sagrada imagen. En el atrio de la iglesia arden cientos de velas que se ofrecen a la Virgen para solicitarla salud, trabajo y otras peticiones.
En las inmediaciones del santuario se levantan puestos en los que se ofrecen productos y objetos de toda índole: churros, helados, dulces típicos de Cantabria, juguetes… Todo para el disfrute de los romeros que pasan alegremente esta jornada festiva en compañía de familiares y amigos.
Por la mañana tiene lugar la misa solemne en el interior del templo y ya por la tarde la esperada procesión en la que la Virgen recorre en su carro triunfal el entorno de la ermita. Sin duda alguna es el momento más vistoso y emotivo de toda la jornada, pues la Virgen va acompañada por varias decenas de personas ataviadas con trajes típicos y por los cantos y las músicas tradicionales de Cantabria. Supone todo un espectáculo de luz y color; las coloridas sayas, las cintas de las castañuelas y las panderetas, los pañuelos y mantones, resaltan sobre el precioso verdor del valle dando lugar a una estampa inigualable. Cuando el reloj marca las cinco la imagen de la Virgen sale puntual del santuario para comenzar la procesión. A la salida la espera el grupo de danzas que la dedica en todo momento sus preciosos cantos y bailes tradicionales acompañados por el sonido de las panderetas, castañuelas, gaitas, requintos y tambores. La vistosa danza de los picayos en la que las mujeres tocan la pandereta y los hombres bailan, recibe a la Virgen y la acompaña durante todo el recorrido. Destaca la vistosidad de las panderetas y castañuelas profusamente engalanadas con multitud de cintas de colores y escarapelas. A lo largo del trayecto la Virgen hace varias paradas y el grupo de danzas la dedica diferentes bailes tradicionales.


Cuando finaliza la procesión tiene lugar el concurso-exhibición de salto pasiego, un deporte tradicional de la zona en el que los hombres del valle demuestran su destreza y habilidad a la hora de saltar con el palancu. Acaba la jornada festiva con un baile en la campa para disfrute de todos los asistentes a esta romería que, sin duda, es una de las más bonitas y singulares de toda Cantabria y que desde aquí invitamos a conocer.
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Preciosos y coloridos pañuelos de las mujeres |
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Las panderetas, grandes protagonistas en la romería |
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La Virgen va escoltada por los pasiegos |
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El sonido de las panderetas recibe a la Virgen |
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Las danzas de los picayos |
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El colorido de la romería |
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Traje tradicional de ama de cría |
Fuente consultada: http://cofradiavalvanuz.webcindario.com/
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